El Monasterio Cisterciense de San Clemente, con comunidad activa de Monjas, es el excepcional recipiente que acoge este pequeño trocito de una de las caras mas desconocidas de la historia de Toledo.
Y es que cuando aparece la palabra "templario" en Toledo, lo normal es irse por las ramas cual "Tarzán" de las historietas, de leyenda en leyenda y sin pisar el HUMUS de la realidad documental.
Si algo es de agradecer en esta exposición es precisamente que no se vaya por las ramas e intente al menos acercarse a la historia del temple de una forma valiente. Esa valentía no consiste en otra cosa que en el NO ESPECULAR CON LA HISTORIA. Actitud que además tiene que ver bastante con el ideario de los "Pobres Soldados de Cristo".
Pocas veces podemos acercarnos al Temple de otra forma que no sea el "negro sobre blanco". Sin ningún tipo de imagen entendible al no experto y por supuesto sin ninguna reproducción de ninguno de los elementos esenciales que conformaron al "Miles Templi".
En esta muestra no solo nos encontramos la historia fundamental del Temple sino que podemos contemplarla a través de imágenes atrevidas que pueden ser comprendidas por niños y adultos a la vez. Además de materializar distintos caballeros a tamaño real con una estética que invita a acercarse al personaje con alegre curiosidad.
Atendiendo a ese espíritu de acercamiento a la historia documental del Temple, podemos ver en uno de los rincones de este monumento histórico que es el edificio Cisterciense, un facsímil de los documentos que se encuentran en el Archivo Secreto Vaticano, editados por SCRINIUM con el nombre de PROCESUS CONTRA TEMPLARIOS. Obra muy conocida en el "mundillo templario" de la que solo se editaron unos 800 ejemplares y que pocos de los que la poseen tienen la valentía de mostrarla en público. Estos documentos están presididos por dos reproducciones de gran tamaño de dos de los sellos más emblemáticos de la Orden… Imagen sobrecogedora para los amantes del Temple, ya que pareciese escenificarse un nuevo juicio… esta vez a los injustos jueces.
...Y todo ello envuelto por los cantos Cistercienses que a lo largo de todo el recorrido nos transportan a otros tiempos...dentro de un espacio de esos tiempos...
Desde Baucan solo podemos manifestar la emoción que sentimos al ver que parte de nuestras armas, tras el combate, reposan en tan emblemático enclave.